¡Qué adorable familia de gorilas de llanura! La madre vigila a sus dos pequeños. Uno de ellos parece cansado. Tiene sueño y está sentado en el suelo. A lo mejor necesita dormir la siesta. En cambio, la otra cría está muy espabilada y quiere subirse a la espalda de su madre. Sus brazos se ajustan exactamente a la espalda de la madre. Así es imposible que se caiga.
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